miércoles, 6 de febrero de 2008

Articulo: El Paradigma de la Coopetitividad. Un Desafío Estratégico para las Instituciones de Educación Superior

AUTOR:
Sánchez, Luís Rodolfo
Doctorante en Ciencias Gerenciales. UNEFA. Núcleo Falcón. Sede Coro. E mail: rodolfosanchez06@gmail.com

RESUMEN

En las últimas décadas se vienen produciendo transformaciones en el entorno ambiental, producto de la globalización, masificación y cambios de paradigmas científicos, tecnológicos, económicos, políticos, sociales, culturales, educacionales, entre otros, los cuales han implicado modificaciones en el comportamiento humano y por ende en las organizaciones. En este contexto, las organizaciones con éxito no serán aquellas integradas verticalmente sino las que forman parte de una extensa red de alianzas, asociaciones, e integraciones con otras organizaciones especializadas en su área funcional y relacional. En tal sentido las instituciones de educación superior no escapan de estas exigencias y desafíos, en donde la coopetitividad (competencia y cooperación), será el enfoque estratégico que tendrán que seguir para poder sobrevivir, permanecer y adaptarse a los continuos cambios. El objetivo del presente artículo es generar una revisión teórica y un análisis critico-reflexivo sobre el paradigma de la coopetividad y el desafío que tienen las instituciones de educación superior.

Palabras Claves: Cambios, paradigmas, coopetitividad, desafío estratégico, educación superior


CONSIDERACIONES DEL AUTOR

La coopetitividad es un paradigma socio-cultural que se plantea como una forma estratégica de gestión basada en la cooperación, la integración e interrelación entre organizaciones que comparten fines comunes, y se sustenta, en teorías aplicables, como la teoría funcionalista, la teoría de la dependencia de recursos, y las teorías sociológicas. Según la teoría funcionalista, la sociedad es un sistema articulado e interrelacionado, que integra elementos vitales, para resolver problemas fundamentales, con el fin de mantener una estabilidad social y un intercambio permanente con otras organizaciones.
En lo referente a la teoría de la dependencia de los recursos, se deduce que una organización es vulnerable respecto a su entorno, en la medida que ésta necesita recursos (materias primas, trabajo, capital, conocimiento y mercados, entre otros), satisfaciéndolos a través de fusiones, alianzas y otras formas de relación interorganizacional.
Con respecto a la teoría de intercambio social se infiere que su aplicabilidad tiene sentido en la forma como sociológicamente pueden estructurarse las organizaciones y vincularse a través de redes sociales, donde el intercambio sea cual sea, represente una alternativa de solución de sus problemas. Por su parte, la teoría de la contratación relacional, explica que son controles diseñados para guiar el comportamiento de las partes, y garantizar que se cumplan los compromisos adquiridos para el intercambio.
De todo lo anterior, se puede deducir, que a través de las diferentes teorías y/o enfoques que soportan la coopetitividad, es posible hacer combinaciones y adaptaciones que propicien el intercambio de recursos entre las organizaciones, fundamentado en el principio de interacción “ganar-ganar”, bajo esquemas o modelos tales como redes, alianzas, asociaciones, integraciones u otra forma innovadora de competencia y cooperación.
Finalmente se puede inferir que el desafío estratégico de las organizaciones, en este caso, de las instituciones de educación superior, será que adopten y apliquen técnicas gerenciales para interrelacionar procesos, infraestructuras y capital humano; facilitando la articulación entre los diferentes actores tanto internos como externos, e impulsando políticas que contribuyan a lograr una gestión eficiente de los recursos.


Si deseas ver el artículo completo escribir al email: rodolfosanchez06@gmail.com


lunes, 4 de febrero de 2008

Articulo completo de un amigo ecuatoriano : Nelson piedra

http://nopiedra.wordpress.com/2007/07/03/coopetitividad-la-nueva-fuerza-que-mueve-el-mundo/


Las cosas ya no son como solían ser antes: las estructuras verticales, las fronteras infranquiables, la competencia canivalesca, la desconfianza y la cultura de “cuidar mi lote”, mi espacio están disminuyendo; y se está dando paso a una forma mucho más natural de progreso: la colaboración y la confianza; el codo a codo y no la jerarquía.
Para algunos colaboración y competencia son como agua y aceite. Y posiblemente lo sean en ambientes de desconfianza. Para mi, fomentar un ambiente competitivo en el que “no nos comamos” los unos a los otros, sino que colaboremos, es la verdadera fuerza que esta moviendo al mundo hacia un espacio global interconectado en el que se promueve las individualidades locales, y el progreso se da a partir de la suma sinérgica de talentos/capacidades/conocimientos.
Menos mal que el mundo se está reconociendo plano (The world is flat) y no redondo en el que siempre hay un norte y un sur, un oriente y un occidente. La vía más apropiada para la verdadera globalización es impulsar un mundo plano en el que la vía de comunicación más corta no sea la línea recta (el punto a punto), sino la red..
Resistirse a reconocer que la conectividad, la ubicuidad, la movilidad, la horizontalidad, la sinergia, la glocalidad (globalidad + localidad), la coopetitividad (cooperación + competencia) no son la fuerza del cambio, de la transformación, de la creación de valor, lastimosamente están condenados a quedar al borde del camino.